Joaquín Fernández Pérez

Joaquín Fernández Pérez, a treasured soul whose life journey began on December 29, 1931, in the quaint town of Santa Eugenia de Ribeira, A Coruña, Galicia, and concluded peacefully on September 24, 2025, in Lyndhurst, NJ, has left a legacy of love, intelligence, and generosity. His 93 years of life were marked by deep devotion to his family, a passion for culture, and a remarkable skill in his craft as a machinist.

Born into the serene landscapes of Galicia, Joaquín carried the spirit of his homeland in his heart as he made the formidable decision to start anew in the United States, driven by a desire to provide a better life for his beloved wife, Josefa Mariño Lustres, and their children. His journey was one of bravery and sacrifice, traits that would come to define him as much as his sensibility, kindness, and humor.

In his professional life, he was known for his precision and dedication. Joaquín’s hands shaped more than just metal; they built the future for his dear son and daughter, Joaquín and Josefa María. His wisdom and love flowed through to his daughter-in-law, Jean, and son-in-law, Tommy and his grandchildren, Kelly, Caroline and her husband Josh, Javier and his wife Crystal, Alicia and her wife Jessica, Sean, and Devin, and further on to his great-granddaughters, Rosalía Katuxa, Isabella, Emmiana, and Parker Rose. He also leaves behind his sister Josefa “Pepita” and is predeceased by his siblings Ramona “Moncha,” Joseíto, and Tucho.

Joaquín's affinity for the beautiful game of fútbol was evident in his unwavering support for Real Madrid, but his interests spanned beyond Santiago Bernabéu. His mind was as sharp as his machinist's tools, enjoying mathematics and diving into the worlds of poetry and literature. The melodies of classical music, jazz, and reggae spoke to his soul, as did the marvels of technology. Self-taught in building web pages and reformatting computers after retirement, he embraced the ever-changing digital world with enthusiasm and curiosity.

His Catholic faith guided him through life, providing comfort and strength. Still, he found his greatest joy in life's simple pleasures, like bird watching and sharing moments with his family. Joaquín was happiest when surrounded by his loved ones, with his heart worn openly, alongside his soul mate, who had predeceased him.

His absence will be a void that cannot be filled. His legacy, however, will continue to inspire, as his character was a testament to the power of love and the importance of family.

It is with heavy hearts that we bid farewell to Joaquín Fernández Pérez, Papá, Abuelo, Lito, a man of exceptional character and warmth. His memory will be cherished and kept alive through the stories told, the lessons he imparted, and the unwavering love he showed to every life he touched. Joaquín's life story is not one of an end but a beautiful chapter in the ongoing saga of a family he nurtured and adored. His spirit will forever resonate in the hearts of those who were privileged to know and love him.

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Joaquín Fernández Pérez, un alma querida cuyo viaje vital comenzó el 29 de diciembre de 1931 en el pintoresco pueblo de Santa Eugenia de Ribeira, A Coruña, Galicia, y concluyó en paz el 24 de septiembre de 2025 en Lyndhurst, Nueva Jersey, deja un legado de amor, inteligencia y generosidad. Sus 93 años de vida estuvieron marcados por una profunda devoción a su familia, una pasión por la cultura y una notable destreza en su oficio de tornero.

Nacido en los serenos paisajes de Galicia, Joaquín llevó siempre en su corazón el espíritu de su tierra natal mientras tomaba la difícil decisión de comenzar una nueva vida en Estados Unidos, impulsado por el deseo de ofrecer un futuro mejor a su amada esposa, Josefa Mariño Lustres, y a sus hijos. Su camino fue de valentía y sacrificio, rasgos que llegarían a definirlo tanto como su sensibilidad, su bondad y su sentido del humor.

En su vida profesional fue conocido por su precisión y entrega. Las manos de Joaquín moldearon más que metal; construyeron el porvenir de sus queridos hijos, Joaquín y Josefa María. Su sabiduría y amor se extendieron también a su nuera Jean, a su yerno Tommy y a sus nietos: Kelly, Caroline y su esposo Josh, Javier y su esposa Crystal, Alicia y su esposa Jessica, Sean y Devin; y aún más allá a sus bisnietas: Rosalía Katuxa, Isabella, Emmiana y Parker Rose. Le sobrevive también su hermana Josefa “Pepita” y le precedieron en la muerte sus hermanos Ramona “Moncha”, Joseíto y Tucho.

La pasión de Joaquín por el hermoso deporte del fútbol se reflejaba en su inquebrantable apoyo al Real Madrid, aunque sus intereses iban mucho más allá del Santiago Bernabéu. Su mente era tan aguda como sus herramientas de mecánico, disfrutando de las matemáticas y adentrándose en los mundos de la poesía y la literatura. Las melodías de la música clásica, el jazz y el reggae hablaban a su alma, al igual que las maravillas de la tecnología. Autodidacta en la creación de páginas web y en la reinstalación de ordenadores tras su jubilación, abrazó el cambiante mundo digital con entusiasmo y curiosidad.

Su fe católica lo guió a lo largo de la vida, dándole consuelo y fortaleza. Aun así, encontraba su mayor alegría en los placeres sencillos, como observar pájaros y compartir momentos con su familia. Joaquín era más feliz rodeado de sus seres queridos, con el corazón a flor de piel, junto a su compañera del alma, que le había precedido.

Su ausencia será un vacío imposible de llenar. Sin embargo, su legado seguirá inspirando, pues su carácter fue un verdadero testimonio del poder del amor y de la importancia de la familia.

Con gran pesar nos despedimos de Joaquín Fernández Pérez, Papá, Abuelo, Lito un hombre de carácter excepcional y calidez infinita. Su memoria será siempre atesorada y permanecerá viva en las historias compartidas, en las enseñanzas que dejó y en el amor inquebrantable que mostró a cada vida que tocó. La historia de Joaquín no es la de un final, sino la de un hermoso capítulo en la saga continua de la familia que cuidó y adoró. Su espíritu resonará para siempre en los corazones de quienes tuvieron el privilegio de conocerlo y amarlo.